El DOJ acusa al fundador ruso de criptomonedas Iurii Gugnin por presunto esquema de lavado de dinero de 500 millones de dólares
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha acusado al empresario ruso Iurii Gugnin, fundador de la empresa de pagos cripto Evita, con sede en Nueva York, en una acusación de 22 cargos por un supuesto esquema de lavado de dinero de 500 millones de dólares. Los fiscales afirman que Gugnin utilizó Evita para canalizar fondos ilícitos a través de bancos estadounidenses, ayudar a instituciones financieras rusas sancionadas y financiar la exportación de tecnologías controladas a Moscú. También se le acusa de engañar a bancos y casas de cambio cripto afirmando que Evita no tenía relaciones con entidades sancionadas y de no instalar los controles obligatorios contra el lavado de dinero (AML). El DOJ señala que Evita omitió reportes de actividades sospechosas, permitiendo grandes transferencias ilegales. Si es condenado, Gugnin enfrenta hasta 65 años de prisión por cargo, incluyendo fraude bancario, fraude electrónico y violaciones AML. El caso forma parte de una ofensiva más amplia del DOJ contra actividades cripto ilícitas, tras otra acción la semana pasada para incautar 7.74 millones de dólares vinculados a ciberdelincuentes norcoreanos. Roman Rozhavsky, director asistente de contrainteligencia del FBI, advirtió que usar criptomonedas para ocultar delitos “no evitará” la responsabilidad por parte de la ley. La acusación refleja la creciente presión regulatoria sobre empresas cripto, subrayando la continua vulnerabilidad del mercado a acusaciones de lavado de dinero y escrutinio por evasión de sanciones.
Bearish
Las represiones regulatorias suelen afectar el sentimiento del mercado porque aumentan los riesgos legales y de cumplimiento para los intercambios y procesadores de pagos. La acusación contra un fundador acusado de enrutamiento de 500 millones de dólares para entidades rusas sancionadas subraya el impulso de la aplicación similar a las acciones pasadas del DOJ contra Tornado Cash y Bitzlato, eventos que desencadenaron ventas a corto plazo en tokens enfocados en la privacidad y con bajo cumplimiento. Mientras que el mercado más amplio a menudo se estabiliza una vez que la acción legal se incorpora en el precio, el efecto inmediato tiende a ser bajista ya que los traders consideran la amenaza de una supervisión KYC/AML más estricta y la posibilidad de investigaciones auxiliares en otras empresas. A largo plazo, el caso puede apoyar la legitimidad del mercado, pero la reacción a corto plazo probablemente sea defensiva, con un apetito de riesgo reducido y una prima regulatoria más alta.